GALERÍA DE MUJERES (62). LITA TORELLÓ: Cantante melódica

(c) 2010 by J.C.Planells
 
Las más de las veces, no es uno quien encuentra los temas y las historias, sino que estas le encuentran a uno. Viene eso a cuento de que estaba yo el otro día cumpliendo con las obligaciones impropias de mi sexo, clase y condición (es decir, lavando los platos de la cena y el desayuno), cuando oí por la radio una entrevista con Lita Torelló. (Que levanten las manos los que conozcan a esa mujer o les suene el nombre. Exacto, lo que me figuraba.) Así que di un salto en el tiempo (entre platos, vasos, tazas, fregall, limpiavajillas y demás) y me trasladé a los primeros años de la década de 1960. Que es cuando Lita Torelló estaba en activo.
Lita Torelló (cuyo nombre completo es Dolores Torelló) fue una cantante muy conocida entre finales de los años cincuenta y buena parte de la década de 1960. Su caso es, en cierto modo, ejemplar y representativo de lo que fue ser una cantante en aquellos tiempos; por decirlo de manera breve: nada que ver con lo que ocurre hoy día. Los cantantes de repertorio (es decir, los que versionaban éxitos foráneos, más alguna canción escrita especialmente para ellos) debían apechugar con lo que su casa de discos les ofrecía («grabábamos un disco cada tres meses», contaba Lita Torelló en aquella entrevista, si bien debe quedar claro que los discos de aquellos tiempos eran los llamados E.P., extended play, y contenían cuatro canciones, dos por cara), y salían de gira y hacían bolos cada dos por tres. Lo de versionar éxitos foráneos conllevaba a veces desatinos por parte de las discográficas: a José Guardiola le endosaron el «Goldfinger» de Shirley Bassey, lo cual sin duda desazonó a numerosos fans (esa canción en la voz de un hombre cantando amor a otro hombre… huy huy huy), y a Lita Torelló una canción protesta de 1965, el «Eve of Destruction», del olvidado Barry Mcguire, provocando la compasión de un crítico musical en Fans (que era el Super Pop de la época).

(Inciso: es probable que los padres o abuelos que reprochan a sus nenes y nenas el que compren hoy la revista Super Pop corrieran en sus años mozos al kiosko para comprar Fans y recibieran por ello una regañiña de sus padres, quienes en su época carecieron de publicaciones así. El lector hará bien en reflexionar sobre esto durante este fin de semana.)

Contaba Lita que muchas veces le tocaba cantar acompañada de una orquesta a la que conocía en el mismo momento de la actuación (lo cual no dejaba mucho espacio para ensayar), y los viajes se hacían por carretera en un 600 (busque en Google qué era un 600 si no lo sabe…). Es decir, aquella vida no tenía nada que ver con la que llevan hoy los cantantes en sus desplazamientos, en sus grabaciones…
Es posible que el lector crea, pues, que Lita Torelló era una segundona en el mundo musical de la época. Pues no. Era una vendediscos nata y sus grabaciones se oían por la radio con frecuencia en toda clase de programas, tanto de discos solicitados como de variedades. Visitaba los programas radiofónicos de la época para ser entrevistada y cantar en directo (algo que parece ser no se lleva mucho hoy día). Es decir, fue una currante nata y llevó una vida que, como queda dicho, tiene muy poco que ver con la de los cantantes de ahora (que tendrán otros problemas, sin duda, pero da la impresión de que vayan más descansados y su casa de discos se lo hace todo para que no se fatiguen ni tengan que pensar…).
Lita Torelló era, desde luego, una de las mejores cantantes femeninas de su época, en un tiempo en que compitió con otras voces, como Conchita Bautista, Encarnita Polo, Luisita Tenor, Betina, Gelu… Todas eran conocidas, y todas tuvieron su éxito. Pero, bueno, mi opinión personal es que Lita Torelló tenía la mejor voz de aquella generación, y era además la que cantaba mejor de todas ellas, y que sigue pudiéndolo hacer, si quiere, como demostró en la radio esa mañana, durante la entrevista… a su edad, 64 años cumplidos y retirada de aquel mundo. Según dijo, se retiró en 1967 por amor (el novio de dijo: «O la música o yo», lo cual no sé yo si debemos interpretar, según la ley Pajín, de machismo…), pero lo cierto es que a finales de los años sesenta, de aquel grupo de cantantes femeninas, poco quedaba ya. La canción melódica había sido sustituida por otras fórmulas. No desaparecido, pero ya no había lugar para cantantes como Lita Torelló. En todo caso, tuvo su época, sus fans, sus éxitos, sus portadas de revistas, sus momentos de gloria (premios incluidos), sus avatares… Como los grandes de verdad.
Nació en Barcelona en 1946. Empezó a cantar a los ocho años (por culpa del fútbol, según contó en la radio mientras yo lavaba una taza). Grabó también algunos discos en catalán, cuando apareció al Nova Cançó, aunque no formó parte del movimiento. Se la puede escuchar doblando al español las canciones de Charmian Carr (Liels Von Trapp) en Sonrisas y lágrimas.