AVISPA, de Eric Frank Russell

(c) 1981 by J.C. Planells
 
[Esta crítica apareció en Nueva Dimensión nº 135, junio de 1981. La novela fue editada por Acervo. El lector decidirá, tras leer esta crítica –que tenía olvidada– si la novela estaría o no de actualidad hoy día…]
 
 
No siento una especial predilección hacia Eric Frank Russell. Buena parte de su obra me molesta por el uso de un humor más bien chabacanao y grosero y su afán de presentar casi siempre a los extraterrestres como zafios, burdos, torpes, estúpidos, cuando no rotundamente imbéciles, frente a los marines terrícolas, muy machos, muy sardónicos, muy dueños de la situación, típicos ejemplares del soldado yanqui veterano de Corea. Afortunadamente, le redime alguna nota humorística sin los enunciados anteriores y otros relatos despreocupados pero entretenidos, o simplemente obras de intriga como Barrera siniestra, que con el tiempo se ha quedado de un anticuado que incluso asusta, pero resulta muy camp.
Por todo lo expuesto, mi entusiasmo inicial hacia Avispa era más bien escaso y quedaba reducido a simple curiosidad. Avispa es una novela antigua (1957), que ya había intentado en varias ocasiones ver la luz en castellano sin conseguirlo, como si sobre ella pesara una maldición, y que cuando por fin la ve es en medio de unas circunstancias políticas y sociales que hacen que adquiera una actualidad verdaderamente tremenda. Y esto lo cita el propio editor en las habituales frases de contraportada que presentan la novela, y que en esta ocasión no es una vulgar propaganda más, sino, por desgracia, una verdad más bien lamentable. Comentaba incluso el responsable de la edición que no le extrañaría recibir alguna denuncia por parte de algún lector por publicar una novela que hace apología del terrorismo. Bueno, la obra en sí no hace ninguna apología del terrorismo, simplemente presenta la manera en que un personaje lleva a cabo diversos actos de terrorismo en una ciudad más o menos grande, como pueda ser cualquiera de las principales de España, manteniendo en jaque constante él solito a todas las fuerzas de seguridad de esa ciudad. Esa es la labor de una «avispa». Desde luego, no es nada nuevo: durante la Segunda Guerra Mundial ocurrieron hechos parecidos a los aquí descritos. Russell no descubre nada en especial, pero nos lo cuenta con tal minuciosidad y detalle que realmente parece escribir más un manual subversivo que una novela de aventuras.
James Mowry es el protagonista. Arrojado en un planeta de la Mancomunidad Siriana, que seencuentra en guerra con la Tierra desde hace tiempo, su misión consiste en crear todo el caos posible, desplegar una completa labor de zapa que mine la moral de los ciudadanos y las fuerzas policiales y militares del enemigo. Una tarea que Mowry lleva perfectamente a cabo con meticulosidad, ingenio y audacia hasta consecuencias realmente insólitas… Sin amigos, sin ayuda, sirviéndose sólo de delincuentes profesionales para algunos trabajos, totalmente aislado por lo demás; este aislamiento, que podría volver loco a cualquiera, lo sobrelleva Mowry con tozudez y perfecto dominio de sí mismo.
Russell consigue una obra francamente genial en todos los aspectos. Consigue que estemos pendientes de todas las peripecias de su protagonista, que nos contagiemos incluso de su soledad, perfectamente descrita, de sus peligros, de sus reacciones. No es tan sólo el resultado de un suspense hábilmente dosificado, que cualquier escritor con suficiente fuste podría llevar igualmente a cabo con los mismos resultados; es sobre todo el conseguir crear un clima adecuado en un país extraño, en un mundo diferente. Rusell crea –y recrea– esta soledad a la que aludimos, y ahí reside uno de los grandes méritos de la novela, ampliado especialmente en su más bien amargo final, pese a que pueda parecer un final feliz visto de manera superficial.
En fin, Avispa  es una sorpresa en la carrera de Russell, pese a que en algunos momentos caiga en sus vicios de costumbre (burlas groseras y demás), pero que tiene también sus virtudes, menos conocidas, más dignas de recuerdo. Una obra que si en principio parecía desentonar bastante en una colección como la de Acervo, una vez leída encaja perfectamente en la línea que lleva trazada. Las causas, claro, ultrapasan lo puramente literario y se pueden encontrar cualquier día de estos en los titulares de los periódicos. Se encuentran ya. (Esta crítica, miren por dónde, ha sido escrita entre los días 23 y 24 de mayo [de 1981]. Una fecha de las que se recuerdan: durante casi 37 horas la vida estuvo detenida en pleno corazón de Barcelona por exactamente 11 avispas.)

Acerca de jcplanells3

Escritor. Barcelona, 1950. Véase en el epígrafe "bibliografía" de este blogzine la relación de mis trabajos publicados en papel: novelas, relatos y otros textos, así como en algunos sites de internet. Véase en el epígrafe "índices" del blog lo publicado en este blog, en los apartados de "artículos y ensayos" y "narrativa", desde diciembre de 2005.
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Una respuesta a AVISPA, de Eric Frank Russell

  1. yeray dijo:

    Leí el libro varias veces y me sirve bien, yo de hecho me considero una avispa, molesto a mis enemigos en el ciberespacio con mis teorías, ¿que no se lo creen? Accedan a la siguiente página web y quedarán convencidos de como se puede molestar a todos los poderosos sin picar a ninguno en concreto. Larga vida!!

    http://www.3monos.jimdo.com

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